Soy mujer rural. Soy mujer rural porque me permito a mí misma serlo, no sin esfuerzo, no sin recompensa.

Me permito vivir en Gelsa, el pueblo de mi marido, a tan solo veinte  kilómetros del Sástago que me vio nacer y donde viven mis padres y abuelos.

Soy mujer rural porque, como en tantas casas, mi despertador suena a las seis de la mañana para empezar el día y desplazarme setenta kilómetros y allí ser maestra rural, pero también porque, al regreso, puedo dar largos y relajantes paseos con mi perra respirando aire puro.

Soy mujer rural porque mi jornada laboral dura dos horas más de lo previsto; dos horas de carretera que a muchos preocupan pero que yo aprovecho para ver el avance de los almendros que anuncian la primavera.

Soy mujer rural porque lo aprendí de mis padres, que nos dieron a mi hermana y a mí la oportunidad de ser “lo que quisiéramos ser”, pero también porque estudié con el sol que entraba por el balcón de mi habitación entre las ramas de los pinos mecidas por el cierzo del valle a orillas del Ebro.

Soy mujer rural porque me resisto a vivir el continuo ir y venir de una gran ciudad, pero también porque me siento afortunada cuando la gente me saluda por la calle.

Soy mujer rural por elección; consciente de que muchas veces somos “los olvidados”, casada con un hombre rural convencido, que tampoco se resigna a que los pueblos sean solo para el verano.

One Response to ¿Por qué lo soy?

  1. Sandra García dice:

    Mis felicitaciones por tu elección de vivir en un pueblo y ser un pilar tan importante en la educación de nuestros hijos. Gracias a vosotros los pueblos siguen vivos. Un gran artículo compañera.

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