Nos ha tocado vivir una época difícil, donde un nuevo virus llamado Covid-19 ha paralizado el mundo. Para las personas que sufrimos fibromialgia y SFC (síndrome de fatiga crónica) la Covid-19 ha pasado factura en nuestra vida diaria.

En mi caso no he dejado de trabajar, trabajo como limpiadora en una empresa de lavandería. Cuando empezó el confinamiento,  empezó a llegar ropa de hospitales  y residencias, ropa de infecciosos por coronavirus. Y se armó la revolución… cambió por completo el modo de realizar mi trabajo. 

De repente todas las puertas estaban abiertas o incluso quitadas, limpiar todas las superficies que puedan tocar los operarios de la lavandería se convirtieron en prioridad; había que empezar a limpiar mesas y bancos a todas horas, botones de máquinas expendedoras, las  manillas de las puerta de los baños, las puertas de nevera, microondas, teclados de ordenador, llaves de la luz… un sinfín de cosas que antes era totalmente irrelevante limpiar.

Esto conlleva un agotamiento físico importante, sumado a que cuando se terminaba mi jornada laboral había que permanecer en casa sin poder realizar el único ejercicio que esta enfermedad me permite hacer, caminar.

El agotamiento mental también aumentó. Llegar al trabajo, lavarte las manos, poner desinfectante, poner un par de guantes de algodón, otro par de guantes de goma encima, mascarilla, gafas… es estar pendiente todo el tiempo, de que cada vez que tienes que quitarte todo el atuendo lo hagas bien y en el orden adecuado.

Al llegar a casa, me esperaban mis hijos,  así que en el garaje dejaba los zapatos, y abajo en la entrada la ropa, subía al piso y directa a la ducha. Ya una vez terminado todo el proceso estaba preparada para dar un beso a mis peques.
Y así un día tras otro… con dolor muscular y articular,  pero sobre todo con agotamiento mental severo, pasaron los días del confinamiento total, y hemos llegado a poder dar esos ansiados paseos que tan necesarios son para enfermos crónicos como los que padecemos fibromialgia, paseos que nos alivian el dolor, pero que  sobre todo paseos que nos alivian el alma.    

#porunadesescaladaresponsable

#yomesigoquedandoencasa

Firma María Isabel Sánchez

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