Suena el despertador. 6.10 a.m. “Nooooo. No puede ser, ¡qué sueño! No me puedo levantar. Puffff… Vaya día me espera. Necesito una siesta” [Repaso mental de las tareas del día]. “Imposible la siesta, ¡qué mal!”.
Estas son mis primeras palabras del día. Continue Reading