Todo pasa… lo malo también, pero podemos hacer que pase más rápido.

Cuando todo esto empezó intuitivamente tuve claro que esta situación iba a cambiar muchas cosas y no necesariamente para mal. Es imposible imaginar que todo volverá a ser como antes. Que aunque caminemos de nuevo por nuestra calles hoy vacías, nuestras prioridades vayan a ser las mismas. Es una buena ocasión para que cada uno de nosotros se renueve por dentro y al menos encuentre un solo aspecto de nosotros que mejorar.

Estos días últimos no he podido evitar que los ojos se pusieran algo acuosos en diferentes momentos al ver o escuchar miles de historias, que contaban sus protagonistas. Como ahora mismo que, mientras escribo, recogen en el hospital de  La Paz a un abuelito de 85 años, que ha superado el coronavirus y sale casi sin poder andar después de 10 días ingresado. Sus familiares lo reciben llorando emocionados y yo con ellos.

Cada uno de nosotros intenta ayudar en lo que puede en esta contienda y la solidaridad aparece como una ola de esfuerzos conjuntos, como un aire confortador, que a todos nos alivia y tranquiliza, al menos sabemos que, uniendo todas las fuerzas individuales, conseguiremos revertir esta emergencia sanitaria.

Por eso yo quiero poner mi granito de arena y, a la vez que procuro entretenimiento con la lectura, os quiero dar algunos consejos como orientadora familiar.  El factor que más nos influye es el tiempo. El tiempo en todos sus componentes. El tiempo se dilata, parece que el reloj no corre, ahora son quince días, ahora nos dicen que quince días más. No sabemos lo que va a durar.

Para que el tiempo transcurra más rápido debemos tener rutinas que nos permitan tener la mente ocupada y no fijar la atención en el tiempo.  Además no podemos pensar que el problema va a desaparecer en una fecha concreta, no podemos poner nuestras esperanzas en un día concreto porque esto no se puede asegurar y produciría frustración. Es mucho mejor poner la esperanza en el paso de cada día, un día más, que se convierte en un día menos de confinamiento y de crisis. De hecho es interesante llevar la cuantificación de los días en una especie de calendario. Podemos ir tachando los días y visualmente contemplar cómo cada vez queda menos. Si hay niños en casa lo podéis hacer juntos y convertirlo en otra rutina más.

A continuación os resumo a modo de pautas mis consejos. Espero que os resulten beneficiosos. Además os comunico que estoy a vuestra disposición para cualquier consulta que necesitéis hacer o resolver dudas sobre lo que acontece en vuestras familias y os preocupa. La consulta es totalmente gratuita mientras dure esta situación de confinamiento. Mi teléfono aparece en mi cuenta de Facebook , que podéis encontrar  como Consulta de Orientación Familiar.

CONSEJOS:

  1. Organiza tu tiempo con rutinas similares a las que hacías anteriormente. Tenemos que conseguir que nuestra vida no varíe  demasiado, eso nos desestabilizaría más.
  2. Evitar las cortinas. Tenemos que ver el exterior desde casa para reducir la sensación de encierro. Que entre la luz y el sol. Es un antidepresivo.
  3. Salir a las terrazas y balcones diariamente un ratito para tomar el aire y el sol, eso nos dará energía.
  4. Evitar hablar de los temas que habitualmente generan discusión o conflictos. Éstos los debatiremos cuando todo pase. Ahora no tenemos recursos de afrontamiento y sólo conseguiríamos crispar la situación dentro de la familia.
  5. Poner en marcha actitudes de colaboración con los demás y priorizar las necesidades de la familia por encima de nuestros intereses personales.
  6. Mantener las costumbres de higiene y de arreglo personal que teníamos anteriormente en una medida razonable. Mantener un aspecto agradable que nos haga vernos bien.
  7. Controlar las comidas y hacerlas de forma razonable y equilibrada. Cuidado con los dulces que suelen ser muy recurridos en estas situaciones y nos podemos llevar una sorpresa cuando volvamos a la normalidad.
  8. Aprovechad   la imaginación y pongamos en marcha cualquier idea por tonta que sea para disfrutar de momentos de ocio y diversión. Ahora lo necesitamos más que nunca.
  9. Distinguir  los sábados y domingos del resto de los días con aspectos sencillos diferenciadores. Cualquier cosa vale. Esto nos ayudará a percibir mentalmente el intervalo de una semana y por consiguiente a notar el paso de tiempo más rápidamente.
  10. Finalmente reflexionar y encontrar al menos un aspecto positivo  que hayamos conseguido o recuperado con esta situación. Si son más de uno mejor. Ver siempre la botella medio llena.

Quiero despedirme deseándoos lo mejor para todos y mandándoos un abrazo virtual y un aplauso merecido cada día.

¡¡Quédate en casa!!         ¡¡Hasta pronto!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.