Mujer rural, un particular camino de éxito

Mujer rural es sinónimo de mujer agricultora. No para mí, sino para Google. Y amigos, hoy en día, lo que dice Google es lo que piensa el mundo. Antes de comenzar a escribir este artículo, hice una prueba: escribí ‘mujer rural’ en Google. Todas las imágenes de la primera página son fotografías de mujeres en el campo, buen parte de ellas recolectando y otras (las menos) cuidando animales. Empezamos bien.

¿Qué es una mujer rural? ¿Existe realmente esta categoría?¿Hay diferencias palpables en pleno siglo XXI entre la mujer que vive en un pueblo de la que vive en la ciudad? Parece que sí. Hay asociaciones de mujeres rurales, subvenciones dirigidas en exclusiva a mujeres rurales, artículos que analizan a la mujer rural y hasta un Día Internacional de la Mujer Rural, que si no lo sabíais, es el 15 de octubre. Y desde hace unos días también contamos con esta página web que pretende dar visibilidad a la mujer rural.

Una vez determinada la existencia del colectivo, planteemos sus características. Para Google Imágenes están claras, pero yo no me veo reflejada en los resultados mejor posicionados del buscador. Una mirada estereotipada podría describirnos como ‘ama de casa’, ‘reducido nivel académico’, ‘madre joven’ y ‘miembro de una familia tradicional’. Estereotipos, decíamos.

Veamos lo que dicen los datos oficiales. El Ministerio de Medio Ambiente publica un informe acerca de ‘Población y sociedad rural’. Dice que «la sociedad rural se encuentra cada vez más abierta a un mundo globalizado», a pesar de ello marca el envejecimiento de la población, la despoblación y la brecha tecnológica respecto al mundo urbano como principales amenazas.

Según este informe, el ámbito rural está profundamente masculinizado, ya que la mujer tiende en mayor medida a abandonar los pueblos. Ello genera que los colectivos de mujeres que permanecen en los pueblos sean los de mayor edad, lo que unido a otros factores hace que haya un menor número de mujeres trabajadoras en los pueblos y la tendencia vaya a la baja.

No todo es negativo, las tecnologías y la globalización se unen a la reactivación demográfica de muchos entornos que hacen hablar de un ‘renacimiento rural’. ¿Cómo veis la balanza? Los factores negativos son de peso. Existen políticas orientadas a vertebrar el territorio pero si el empleo y la generación de riqueza son los principales antídotos contra la despoblación, conseguir engrosar y consolidar el tejido industrial es el primer paso.

Ante una realidad tan compleja y con tantos factores, aquellos proyectos que den visibilidad a la mujer rural más allá de la imagen oficial o la imagen construida merecen, como mínimo, ser reconocidos. Esta página es una posibilidad para generar conversación, crear opinión y motivar compromiso. Una ventana al mundo para demostrar el potencial de ser mujer y de vivir en el ámbito rural. La forma de demostrar que existe una mujer rural, que tiene más dificultades que el resto de mujeres de su misma generación para alcanzar unos estudios universitarios, ya que en la mayoría de las ocasiones debe salir de su casa para ello, con el añadido esfuerzo familiar que supone. Que por ser mujer rural llevará una mochila extra y le será más difícil romper esquemas, ya que cualquier planteamiento que se aleje de lo socialmente establecido será, cuanto menos, comentado. Por todas estas piedras del camino, los éxitos de las mujeres rurales deben ser más celebrados; los fracasos, acompañados y las metas alcanzadas, reconocidas por todos.